Matoneo escolar
El término matoneo escolar, llamado en ingles Bullying, se refiere a las actitudes tiránicas e intimidatorias de uno o más alumnos contra un estudiante.
También se define como un comportamiento en el cual, de manera constante y deliberada se hace que otra persona se sienta mal, incómoda, asustada o amenazada, es de carácter constante, haciendo que aquellos alumnos se sientan intimidados e impotentes, sin poder llegar a defenderse.
Existen diversas manifestaciones de matoneo en los colegios, está la de exigir dinero a cambio de no golpear al compañero, o dar a conocer algo que le puede causar problemas; otra forma es la del maltrato físico, con golpes, patadas, empujones; una manifestación más del matoneo es la burla, las amenazas, el colocar apodos crueles e insultantes, hacer bromas de mal gusto, atacar en grupo a alguien, retándose en pandillas y esperándose en las afueras, enviando mensajes de texto por internet, llamadas insultantes, chistes de mal gusto sobre la religión, el color o algún defecto físico.
Las conductas de matoneo pueden generarse entre grupos o en enfrentamientos individuales (entre un agresor y su víctima), pueden presentarse como agresiones físicas (golpes o empujones), verbales o gestuales (groserías, apodos o muecas), abiertas o encubiertas (delante de otras personas o sólo entre el agresor y la víctima) y directas o indirectas, de cara a la víctima o a su espalda.
Acoso escolar
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin límite de edad.
Suelen ser más proclives al acoso escolar aquellos niños que poseen diversidad funcional, entre las cuales se pueden contar el síndrome de Down, el síndrome de Asperger, etc.
Lo que la mayoría no sabe, y que el pedagogo social alemán Frank Schallenberg recalca en su libro Te ha tocado, mobbing entre alumnos, es que el daño que les ocasiona a los menores cuando se convierten en adultos es gigantesco. El niño que lo sufre vive grandes periodos de angustia, desamparo y terror. Suele estar solo porque casi nadie le ayuda ni en su casa le creen. Se desconcentra, tiene dolores de cabeza o malestares estomacales y es inseguro. En el caso del agresor, es una persona que no se adapta al mundo, y pierde la capacidad de desarrollarse social y emocionalmente de otra forma que no sea la violenta, dice Schallenberg.
Esta es una problemática que ha estado presente desde hace mucho tiempo en el ámbito escolar pero en la mayoría de los casos de manera silenciosa. Ahora, ha empezado a tener más atención por su importancia y gravedad, y se ha comprobado que requiere del interés, de la intervención y la prevención por parte del Estado, la familia, los colegios y de la sociedad en general.
El número de estudiantes que se considera agredido o intimidado en el colegio aumenta. Se requiere mejorar controles en las aulas y en el hogar.
El 'malo del curso' es un personaje que sobrevive de generación en generación. Ese estudiante que les amarga la vida a los demás, roba loncheras, intimida con golpes o se burla de los indefensos, sigue haciendo de las suyas en los colegios.
Lo grave es que nuestros hijos pueden estar siendo víctimas o victimarios sin que nos percatemos o, peor aún, sin que se le dé la importancia y el manejo que requiere.
Hoy, la situación ha dejado de verse como algo anecdótico y es analizada desde la psicología infantil con el nombre de 'matoneo' o bullying, en inglés.
Lucía Vargas de Posada, psicóloga clínica de niños y familia, del Centro de Profesionales Asociados, afirma que desde hace unos cinco años en nuestra sociedad ha aumentado la preocupación hacia este fenómeno. Señala la profesional que de no ser tratado a tiempo "ese menor sin ayuda psicológica puede convertirse a futuro en un mal ciudadano, cuando es el malo de la película, o en una persona depresiva con problemas de personalidad, cuando le toca el rol de víctima".
En Colombia, el tema ya está siendo analizado y una encuesta reciente, aplicada en las pruebas Saber, del Icfes, entre cerca de un millón de estudiantes de los cursos 5º y 9º de colegios públicos y privados, evidenció que el 28% de los estudiantes de quinto grado fue víctima de matoneo. El 21% confesó haberlo ejercido y el 51% admitió haber sido testigo del mismo.